Vine con muchas ganas para trabajar en esta empresa de la que me habían hablado maravillas antes de entrevistarme, la verdad es que fue una entrevista muy normalita, y sinceramente, no quise cuidar mucho mi imajen, pues creo que para valorar a una persona no solo debes mirar su físico o vestimenta, sinó su saber estar y saber trabajar.
Entregué mi currículum, que no es por darme palmadas, pero está bastante bien, con estudios superiores y recomendaciones de mis antiguos trabajos.... pensé que no me aceptarían en su grupo.
Al poco tiempo de la entrevista (el mismo día) me comunicaron que estaba admitida... ¡¡No me lo podía creer!! La ilusión me desbordaba, estaba aufórica por empezar a trabajar en un trabajo que siempre me ha gustado.
Y llegó el momento de empezar...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario